Mi primera vez en Chile...

Era tanta la espectactiva que tenía de conocer Chile, que se me cruzaban muchos sentimientos... Alegría, hermetismo y magia... 

Semanas previas al viaje, estuve investigando sobre el país, los tours, las comidas, el metro, los buses, las calles, todo...

La alegría de conocer Chile, ese país que sonaba tan lejos, pero quedaba cerca. Ese hermetismo por la rivalidad del fútbol, la historia y tantas cosas más, que sonaban absurdas... Pero sobre todo, esa magia de aprender y vivir de esa cultura, que estaba por conocer.

Así fue que llegué a Chile un Sábado 27 de Marzo de 2016, esa fecha figura en el sello que le puso la PDI (Policía De Investigaciones) a mi pasaporte. Tenía miedo, porque estaba en otro país, lejos de mi Argentina, pero feliz porque estaba en: "CHI-CHI-CHI-LE-LE-LE".

Disfruté cada día, como si fuera el último, así fui recorriendo Santiago, Valparaíso, Viña del Mar, Rancagua. Pero sobre todo, me fuí enamorando de la cultura, de las comidas y sobre todo del acento, esa manera tan característica que tienen los chilenos a la hora de hablar.